Si bien la demanda de muebles se mantiene en alza, los pequeños industriales madereros de Formosa no atraviesan por su mejor momento, a raíz del faltante de su principal materia prima: el algarrobo.
En diálogo con el diario formoseño La Mañana, Enrique Rigonato, uno de los referentes del sector en Palo Santo, comentó que la mayoría de las carpinterías de su localidad trabajan muy por debajo de su capacidad de producción.
Concretamente, Rigonato redujo su actividad a un 30% y no puede cumplir con los numerosos pedidos que llegan desde otras provincias, situación por la que atraviesan casi todas las carpinterías más modestas de la zona.
Desde hace años, existe un marcado interés de otras provincias por los muebles formoseños y están bien instalados a nivel nacional. La mayoría de los pedidos proviene de Córdoba, Buenos Aires y Santa Fe.
“Todas estamos en la misma, pero seguimos trabajando porque no tenemos otra alternativa. Hay muchas familias que dependen de la industria de la madera y seguimos porque tenemos la esperanza que la situación mejore. Lo ideal sería que haya materia prima y podamos operar a pleno para satisfacer la demanda”, manifestó Rigonato.
Fuente: Region Norte Grande